Esa manía que tiene el hombre de meter mano a todo.
Hombre que supo ser asunto pa querer mejorar las cosas, Afilino Concreto, el casau con Aquella Estrofa, que se conocieron una vuelta que Afilino quizo cazar una polilla con un pisotón, porque la polilla estaba practicando vuelo rasante, y va Aquella y estira la patita, y la pisó en la uñita del dedo meñique inferior derecho. Y la polilla como si nada. Un hombre, Afilino, que pal bicherío menudo y volátil era una tremendidá. A la mosca, un suponer, pa que no lo fastidiara con esa manera que tiene de volar la mosca, que suele dar vueltas en el espacio central de la pieza, sin un criterio y sin un rumbo cierto bajo la cruz del sur, pa que se sosegara, Afilino le dejaba caer una gotita de yeso en el lomo, y había que verla a la mosca como se aquietaba. Cuando mucho le intentaba un vuelo corto, como la perdiz, pero sin chiflar, porque la mosca no sabe chiflar. Un hombre, Afilino, que nunca pudo entender pa qué se había inventado la cucharita del café, si nadie tomaba el café con cucharita. No era malo, pero tenía eso. Loco por los injertos y las cruzas, Afilino Concreto, supo cruzar zapallo con clavel del aire, y después había que arrancar zapallos con escalera. Cuando llegó al boliche El Resorte y comentó lo de las cruzas y los injertos, Rosadito Verdoso dijo que eso era un peligro. - Eso es un peligro -dijo-, porque hoy o mañana le da por cruzar higo con durazno, y después le puede salir higo con carozo, y uno capaz que muerde con total confianza, y se quiebra un diente -dijo-, porque si El Señor hizo el higo tal cual es, no puede venir cualquier abombau a relajarle la fruta con total desparpajo. Afilino Concreto medio se alunó, y dijo que si el hombre fuera capaz de injertar cebolla con tomate y lechuga, hoy o mañana podía cosechar ensalada completa. Antes de que lanzara otra idea, Rosadito Versoso le reventó un higo en la nuca, y cuando Afilino se dio vuelta pa ver quién había sido, le colocó el otro en la frente, y lo saludó. Lo malo fue que Azulejo Verdoso quiso intentar lo de las cruzas, y fue y cruzó bichito de luz con bichito de la humead. Fue un desastre, porque al de la luz lo agarró la humead, hubo corto circuito, y sonaron los dos bichitos. Después el tape Olmedo comentaba: - Todos dicen que la naturaleza es sabia, pero no hay caso, todos la quieren mejorar, y meten mano. Y así nos va.
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